No es la primera vez que reconozco públicamente mi amor por la tipografía. Cada vez que, emocionado ante la novedad, pruebo una nueva fuente, el programa informático repite una extraña frase en ingles: The quick brown fox jumps over the lazy dog (El veloz zorro marrón salta sobre el perro perezoso). Al principio me preguntaba qué extraña relación unía la zoología o la cinegética británica con la tipografía hasta que supe que se trataba de un pangrama, es decir, un texto que usa todas las letras posibles del alfabeto de un idioma.
La mayoría de las lenguas vivas, e incluso algunas muertas, tienen al menos uno con el que experimentar cómo quedará la aplicación de una tipografía en sus composiciones.
Los pangramas más llamativos son por lo general los que usan el menor número de letras. Se llevan la palma el escrito en finés (no incluye caracteres que sólo se encuentran en palabras de origen extranjero): Törkylempijä vongahdus (Un amante excesivo, un cortejador), y el escrito en polaco ya que utiliza una sola vez cada letra. Pójdźże, kiń tę chmurność w głąb flaszy (Vamos, echa tu tristeza en el fondo de una botella).
En español, (sobre todo para las fuentes distribuidas para Linux y las TrueType para Apple) se utiliza: Jovencillo emponzoñado de Whisky: ¡qué figurota exhibe!
Un observador imparcial podría asombrarse de cómo estas cortas frases muestran formas de ser, tópicos, o el lugar en que se colocan algunas lenguas con respecto a las que le rodean.
En la frase que habitualmente se usa en la lengua de Cervantes, se utilizan letras y palabras de lenguas ajenas, y se olvidan grupos de letras (hasta hace no tantos años se consideraban letras individuales) como «ch» o «rr», tan habituales en ella.
Unas líneas más arriba decía que la mayoría de los idiomas tenían su pangrama, pero hasta hace bien poco, podíamos utilizar la famosa frase con la que comienza cada aventura de Astérix: «¿Todos? ¡No! Una aldea poblada…». Pues sí, en euskera carecíamos de la tan necesaria frase.
Pero el año pasado, siguiendo la costumbre tan de moda en estos tiempos de tener una tipografía «propia», en la upv/ehu se creó una curiosa frase para acompañar a su nueva fuente: Garbiñe sevillara etxetik campusera heltzean quoruma dugu jada windsurf eta yogarako. Dejo cualquier comentario para ese observador imparcial, pero no pasan desapercibidas la abundancia de letras ajenas, y la falta de asociaciones habituales («tt», «ts»…).
Para mí que, a pesar de haber estudiado Bellas Artes, soy de Ciencias, es realmente difícil crear uno, pero pienso que para quienes trabajan diariamente con las letras y las palabras puede llegar a ser divertido el reto de crear uno digno. Espero vuestras aportaciones.
Y por si os lo tomáis en serio, aquí tenéis mi dirección: monti@monti.biz
Publicado en la revista Gure Liburuak 38. 2013ko uda
Hola!
tambiém en português no tenemos pangramas adecuados. Lo mejor que he visto és: «Luís argüia à Júlia que «brações, fé, chá, óxido, pôr, zângão» eram palavras do português», que no continne k,y,w (ni el ‘rr’, ‘tr’, ‘ss’ pero tiente los diacriticos (y un pequeño error ortografico).
(Gracias a wikipedia: https://pt.wikipedia.org/wiki/Pangrama)
Llegué a tu sitio por cuenta de la imagen, gracias a Google.