Como alternativa a las restricciones de derechos para hacer y redistribuir copias de una obra determinada, y a las normas planteadas en los derechos de autor o propiedad intelectual. Se ha creado el llamado copyleft (©), que es un nuevo término nacido de un juego de palabras en inglés: en oposición a copyright (©) (derecho de copia) se usa copyleft (copia dejada o abandonada o copideje), indicando que no se restringe la copia, sino por el contrario se permite sin reservas. Los vocablos ingleses right y left además significan derecha e izquierda respectivamente, lo que acentúa la diferencia entre ambos conceptos. Una posible traducción sería “izquierdos de autor”, en contraste con los “derechos de autor”.

En la práctica sin embargo el término se deja sin traducir. La idea de copyleft, no la palabra, fue concebido por Richard Stallman.

Se pretende garantizar así una mayor libertad, cada persona receptora de una copia o una versión derivada de un trabajo pueda, a su vez usar, modificar y redistribuir tanto el propio trabajo como las versiones derivadas del mismo. Así, y en un entorno no legal, puede considerarse como opuesto al copyright o derechos de autor tradicionales. .

El copyleft describe un grupo de derechos aplicados a una diversidad de trabajos tales como la producción literaria o la cinematográfica, su origen se encuentra en la década de los años setenta el el incipiente desarrollo de software para la todavía embrionaria industria informática. Surge como una apuesta enfrentada al ya amenazante copyright, cada vez con mas presencia. Será Richard Stallman, padre y abanderado del software libre con el proyecto GNU, quien lo de a conocer y fomente hasta la actualidad.

Por aquel entonces Stallman estaba elaborando un programa informático que interesó a la compañía Symbolics, por lo que accedió a proporcionarles una versión del mismo bajo dominio público, sin restricciones iniciales. Más tarde, la empresa amplió y mejoró el software original, pero cuando Stallman quiso acceder a dichas modificaciones, la compañía se negó.

Fue entonces, en 1984, cuando Stallman decidió ponerse a trabajar para erradicar este tipo de comportamiento, al que bautizó con el nombre de acaparamiento del software (software hoarding).

Como a Stallman le pareció poco viable, a corto plazo, eliminar las leyes del copyright así como las injusticias que consideraba provocadas por su perpetuamiento, decidió trabajar dentro del marco legal existente y creó así su propia licencia de derechos de autor.

Quienes defienden las licencias copyleft opinan que permiten un mayor control de los creadores sobre sus obras, investigaciones y proyectos y una remuneración compensatoria más razonable por su trabajo, también permiten a los usuarios finales un mejor acceso y disfrute de los bienes bajo este tipo de licencias no restrictivas.

Sin embargo, todo lo anterior no nos libra de esos corsarios de agua dulce que son las Sociedades de Gestión, como la SGAE y otras, y cuyas últimas noticias nos llegan por sus intentos de cobrar por unos supuestos derechos de autor generados por la ejecución de piezas de música popular (y por lo tanto anónimas) por parte de bandas de txistularis en los pasacalles de nuestras fiestas.

Lo dicho, ¿Piratería o corso?

 [Publicado en la revista Txalaparta Hitzak & ideiak 32. 2006ko udazkena]

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